jueves, 7 de julio de 2016

POESÍA Y TORMENTA

Por ahí asoman las cumulonimbus, el poniente huele a tormenta, que plan ideal a poner en práctica. Necesito activar el último ensamble de pierna- ingle, testículo- pene. La operación, (no me detengo en datos técnicos), resulta un éxito, ahora sólo necesito la luz del rayo divino, la tormenta perfecta que se ciña a su cometido, 
"el gradiente atmosférico aumenta de una forma rápida, creando un campo eléctrico de miles de voltios/metro entre nube y tierra. Durante este proceso, el sistema PDC capta y almacena la energía de la atmósfera en su interior. El cabezal emite un trazador ascendente en forma de impulso de alta frecuencia a partir de la energía almacenada cuando el control de carga detecta que está próxima la caída de un rayo (valor de tensión cercano al de ruptura del gradiente de la atmósfera). Mediante el trazador ascendente, se facilita un camino ionizado de baja impedancia para la descarga hacia tierra de la energía almacenada en la nube, a través del conductor bajante de la instalación, neutralizando el potencial de tierra.", cuenta el manual...........
La tormenta, gran tormenta, adorado meteoro. Vapor de agua, aire caliente, enfriamiento, condensación, nube, frío, hielo, viento. ¡¡¡¡Y rayos!!!!!!. La pierna tiene movimiento propio, impulsos, capacidad, el pene también se activa, cuando el bipass deja fluir la sangre, se pone duro como una torre......... ¡¡qué alegría obscura!!!
Cuanta semejanza simple con la espuria condición amatoria, con la física incólume de los seres vivos.
He deseado en apenas poco tiempo no sólo el propósito último de la creación, Prometeo, sino el crimen vulgar sin repulsión. Y me satisface esa sensación.
Eso hace que tuerza el rostro. 
De nube en nube caen
los pianos de la altura,
los armarios azules,
las sillas y las camas cristalinas.
Todo lo arrastra el viento.

He obviado esta mañana a algunos personajes públicos relacionados con esta lista enorme de amputaciones. No significa, empero, que tengan un segundo de relax en la crítica diaria. Blair, Aznar, Bush. Las Azores.
Aunque intenten hacernos comprender que ya son prehistoria, no lo son. Están aquí, delante de ustedes, en sus poltronas apoltronados y bebiendo gintonics sin empacho. Asesinos legales de mierda.
 El término asesino saben que procede etimológicamente del árabe ḥaššāšīn, "adictos al cáñamo indio" o hashis. Éstos tres, con el beneplácito de la banca mundial, las industrias armamentísticas, los empresarios concesionarios durante, las otros empresarios concesionarias después, y la manipulación informativa reducida al mínimo común denominador, montaron el gran show del petróleo negro rojo, la grand bouffe de sicarios, ejércitos invasores, muertes bestiales, violaciones y tortura, montaron, diríamos, un escenario idóneo para ennnegrecer el mundo más si cabía.
Prometo que me gustaría tenerlos al alcance. Tres cabezas huecas con mucho que ganar, cabrones. Bien pensado, creo que descartaría cualquier órgano de Aznar, parece inservible total. Un picha fría de media hostia, muy parecido al Borbón, actual rey: otro minipene al servicio de la estulticia.

Un perro ladra en la tormenta
y su aullido me alcanza entre relámpagos
y al son de los postigos en la lluvia
yo sé lo qu convoca noche adentro
esa clamante voz en la casona
tal vez deshabitada
dice sumariamente el desconcierto
la soledad sin vueltas
un miedo irracional que no se aviene
a enmudecer en paz
y tanto lo comprendo
a oscuras / sin mi sombra
incrustado en mi pánico
pobre anfitrión sin huéspedes
que me pongo a ladrar en la tormenta.

Oh, poesía rencorosa que me alcanzas como una espina. Oh dioses del averno, madre tempestad ... 



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