Usted y yo somos endotermos, señor. Oiga, eso lo será usted, a mí no me diga esas cosas, que soy muy mío. Y el se rasca el arco de la coronilla. Endotermos como el tiranosaurio Rex, un bicho enorme que corría por las praderas de Norteamérica occidental, allá por el cretácico. Oiga... ¿existían praderas en el cretácico?..... pues resulta que igual que algunos tiburones, atunes, o grandes tortugas marinas, según afirman en la revista Science, los dinos estarían a medio camino taxonómico entre sangre fría o ectotermos y sangre caliente o endotermos...... ah, ¿era eso?, (y se sigue rascando suavemente la coronilla), entonces si que soy endotermo, pero no me compare usted con esos animalitos, caballero....
La idea de la sangre tibia, ni fu ni fa, es en justicia razonable. Conozco a muchos sangres tibias, ideas tibias, meapilas. La tibieza como arma mortal en la sociedad que nos tocó vivir. De hecho el patio suele estar lleno de pusilánimes con la tensión tibia: diástoles y sístoles capaces de dominar el flujo de materia y energía en los ecosistemas terrestres durante más de 135 millones de años. Y de joderlos, claro.
Esta singularidad biosaludable hace que la CEOE, patrones de patrones, exija, así tal cual, con la tibieza que le caracteriza, una mayor flexibilidad laboral tanto en lo que tiene que ver con la "entrada y salida" del mercado de trabajo, como en lo relativo a los salarios. El viejo cuento de tu trabajas y yo te pago lo que me pasa por las ideas emprendedoras, que para eso mis ideas empresarias conforman el cuerpo armado ideológico de la derecha recalcitrante y además, (ítem), son ideas endotermas que te pueden dejar ectotermo en un periquete. (Que bonita palabra periquete, su etimología es igual de deslumbrante, pues tiene cuatro o cinco acepciones, a cada cual más dispar. Me gustan las versiones de Corominas en su “Diccionario Etimológico” y la del profesor José Luis Pensado Tomé, en el “Boletín de la Real Academia Española” (tomo 78, cuaderno 273, pp. 121-130), pero me quedo con una suelta nacida un día cualquiera de cualquier versión que explica vendría del prefijo Peri (entorno alrededor) y de la raíz Keté o Cuete (embriaguez). Significaría algo así como "andar ebrio alrededor de algo, cosa que viene cojonuda a teantísimo patrón borracho).
La CEOE periquetada y tibia, armando sus catapultas de miseria contra la clase trabajadora... es más, reconvirtiendo las clases en más clases y la lucha de las mismas en luchas de castas. ¿Castas?,que rara palabra¡........
El señor que se rasca la coronilla se aleja moviéndose cual dinosaurio endotermo, pendiente de otros menesteres. Me sirvo café, lluvia y misterios ideológicos por resolver. La CEOE, con su presidente a la cabeza, insiste: hay que dejarse de tibiezas y abaratar más aún los salarios.
Desde el cretácico, rugidos de mastodontes inundan estas líneas.
La idea de la sangre tibia, ni fu ni fa, es en justicia razonable. Conozco a muchos sangres tibias, ideas tibias, meapilas. La tibieza como arma mortal en la sociedad que nos tocó vivir. De hecho el patio suele estar lleno de pusilánimes con la tensión tibia: diástoles y sístoles capaces de dominar el flujo de materia y energía en los ecosistemas terrestres durante más de 135 millones de años. Y de joderlos, claro.
Esta singularidad biosaludable hace que la CEOE, patrones de patrones, exija, así tal cual, con la tibieza que le caracteriza, una mayor flexibilidad laboral tanto en lo que tiene que ver con la "entrada y salida" del mercado de trabajo, como en lo relativo a los salarios. El viejo cuento de tu trabajas y yo te pago lo que me pasa por las ideas emprendedoras, que para eso mis ideas empresarias conforman el cuerpo armado ideológico de la derecha recalcitrante y además, (ítem), son ideas endotermas que te pueden dejar ectotermo en un periquete. (Que bonita palabra periquete, su etimología es igual de deslumbrante, pues tiene cuatro o cinco acepciones, a cada cual más dispar. Me gustan las versiones de Corominas en su “Diccionario Etimológico” y la del profesor José Luis Pensado Tomé, en el “Boletín de la Real Academia Española” (tomo 78, cuaderno 273, pp. 121-130), pero me quedo con una suelta nacida un día cualquiera de cualquier versión que explica vendría del prefijo Peri (entorno alrededor) y de la raíz Keté o Cuete (embriaguez). Significaría algo así como "andar ebrio alrededor de algo, cosa que viene cojonuda a teantísimo patrón borracho).
La CEOE periquetada y tibia, armando sus catapultas de miseria contra la clase trabajadora... es más, reconvirtiendo las clases en más clases y la lucha de las mismas en luchas de castas. ¿Castas?,que rara palabra¡........
El señor que se rasca la coronilla se aleja moviéndose cual dinosaurio endotermo, pendiente de otros menesteres. Me sirvo café, lluvia y misterios ideológicos por resolver. La CEOE, con su presidente a la cabeza, insiste: hay que dejarse de tibiezas y abaratar más aún los salarios.
Desde el cretácico, rugidos de mastodontes inundan estas líneas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario